Bitácora Erótica (2006)

La primera edición de la Agenda Erótica Femenina (1998) nació como una propuesta para rescatar el lado gozoso, responsable y lúdico de la sexualidad femenina, pero también como una manera de transformar la vida de aquellas mujeres que han enfrentado violencia con sus parejas, maltrato de los proveedores de salud, enfermedad y riesgo de muerte asociada con el ejercicio de la sexualidad y la reproducción. La Agenda Erótica Femenina fue concebida para, día con día, debilitar los efectos del desconocimiento de nuestro cuerpo y fortalecer un aprendizaje continuo de cuidados y placeres donde, antes que para los otros, estamos para nosotras, y para aprender que el derecho a decidir lo mejor para nuestro cuerpo es una responsabilidad personal que merece el apoyo de las instituciones y de la sociedad.

Con la publicación de la Bitácora Erótica refrendo mi compromiso de entregar, a mujeres y hombres, un espacio donde la literatura y las imágenes contribuyan a fortalecer la conciencia cotidiana del cuerpo, su erotismo y su ininterrumpida transformación. La Bitácora Erótica navega de manera más libre que la Agenda Erótica Femenina, pero —al igual que ella— está atenta al movimiento sutil y persistente de los ciclos de vida que, a pesar de sus altibajos, siempre nos arrullan con estilo propio.

Alguien dijo que el cuerpo es al sujeto como las olas son al mar. La Bitácora Erótica te permite registrar las incidencias de navegación de tu cuerpo y su esencia. Dispones de hojas —distribuidas en cincuenta y dos semanas por si deseas usarla como agenda— para que escribas, dibujes o hagas collages. Contiene el calendario de 2006 y 2007, las fechas de luna llena, el calendario menstrual, un extenso directorio de organizaciones civiles que trabajan en torno a la salud sexual y reproductiva en nuestro país, un directorio telefónico y páginas para que apuntes pensamientos al vuelo.

Si viajas con el cuerpo y con la mente, haz de la Bitácora Erótica tu diario de navegación.

Olivia Ortíz

Por la fotografía, sensualidad que inspira: lrma Villalobos.

Por los poemas, suave oleaje que refresca: Alfonso Gumucio Dagron, Hermann Sosa, Roberto Andrés Guadarrama y LeoPo.

Por el amor y la amistad cotidiana: Zuz Quintero, Ángela Heimburguer, Mar Aguilar, Vero Aguilar, Silvia Elena, Astrid Abelé, Xiluenina, Monse, Debbie B.

Y a los hombres y mujeres que han formado parte de este proyecto desde su inicio, gracias porque me han permitido mantener vivo lo mejor de sí mismos.

Irma Villalobos establece diálogos con la desnudez que se advierten sinceros, sencillos y abiertos. Esa manera que tiene de ampliar los significados corporales al sobreponerles rasgos de construcciones erigidas con esfuerzo físico, fue lo primero que atrapó mi mirada. Esa suma —traducida en imágenes donde el paso del tiempo es evidente, tanto como lo es la magnificencia de un cuerpo que late y de un muro cuya historia se delata en sus huellas —le otorga a sus fotografías un acento muy particular de libertad. No se nota quien capta el instante ni se trata de seres posando a sugerencia de una segunda persona. La artista desaparece en su lente o como ella me comentó una vez: «Detrás de la cámara estoy en el lugar más confortable; es el medio que me permite expresar mis pensamientos y emociones … y es que fotografiar desnudos es entrar en la intimidad y observar, sólo observar».

El cuerpo es temporal, se va transformando y renace periódicamente. Parafraseando a Heráclito, puede decirse que el cuerpo que hoy bañamos no es el mismo de ayer. Desde mediados de los ochenta, lrma se interesó en registrarlo —en sus propias palabras— «a contracorriente de la carnalidad, del prototipo impuesto, como objeto de consumo o foco de agresiones. Mi propuesta indaga en lo cotidiano, en sus rasgos temporales y en su exposición indefensa».

Las imágenes de lrma Villalobos, congruentes con sus palabras, refrendan y enaltecen la condición natural al cuerpo al tiempo que celebran su existencia, su belleza no regida por modelos, su apertura… son fotografías magníficas, estimulantes en su familiaridad, profundas en su significado. Como admiradora de su trabajo me enorgullece que sus obras sean escalas para la mirada en esta Bitácora Erótica.

Olivia Ortiz

Irma Villalobos. Fotógrafa.

http://irmavillalobos.com

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